- Háblenos un poco de su historia.
Nací en Francia, Perpignan, el 13 de septiembre de 1968.
Elegí el dominio del fuego, coqueteo heroico de la Humanidad, como sentido de mi vida profesional. Desde entonces, deseaba algo propio, algo íntimo. En Portugal, encontré la oportunidad de combinar mis conocimientos y mi deseo, y partí en busca de convertir mis fantasías en realidad.
- ¿En qué momento de su vida se dio cuenta de su pasión por las chimeneas? ¿Y qué le llevó a crear la marca GlammFire?
GlammFire fue un proyecto que empecé a idealizar a mediados de 2006/2007. En aquella época, ya trabajaba como importador de algunas marcas de chimeneas y siempre me resultaba extraño por qué nosotros, en Portugal, importábamos y no éramos los exportadores. ¿Por qué no podíamos, en Portugal, desarrollar y crear chimeneas nosotros mismos? Fue entonces cuando decidí que era hora de ponerse manos a la obra.
La creación de GlammFire no fue un proceso sencillo, me llevó algún tiempo antes de que todo estuviera listo para el lanzamiento de la marca en el mercado. Y, mala suerte o no, GlammFire se presentó al público el 13 de septiembre de 2008, en plena crisis. Esto también tuvo su influencia en el retraso del proceso. En aquel momento, corrí un gran riesgo al aventurarme en un negocio de esta envergadura en ese momento concreto, pero sigo pensando que fue la mejor decisión que he tomado.
- ¿Qué le motivó a dedicarse al desarrollo de chimeneas de bioetanol?
Mi primer contacto con el bioetanol fue en Alemania. Al principio, nuestros distribuidores eran bastante reticentes al bioetanol. No sabían de dónde provenía ni reconocían sus ventajas. Era todavía un poco tabú entre los profesionales del fuego.
Pero a mediados de 2011 empezó a haber un fuerte aumento de la preocupación por el medio ambiente y el impacto que la polución tenía en nuestras vidas. Muchos países empezaron a elaborar y aplicar leyes a favor de la reducción de los niveles de contaminación ambiental. En el caso concreto de la calefacción, la gente empezó a buscar alternativas a la leña y se volvió más receptiva al bioetanol. Éste es un combustible ecológico procedente de plantaciones sostenibles de caña de azúcar. El bioetanol no libera humos ni olores desagradables, por lo que no necesita chimenea, así que podemos colocar la chiminea en cualquier lugar de la casa.
- ¿Qué impacto tuvo GlammFire cuando se presentó en el mercado?
Cuando salimos al mercado recibimos muy buenas críticas. La gente se sorprendió por la originalidad de los productos, no era algo que estuvieran acostumbrados a ver. Aunque ya había alguna que otra marca en todo el mundo que empezaba a dar los primeros pasos en el desarrollo y creación de chimeneas modernas. GlammFire fue una de las pioneras en la creación de chimeneas de bioetanol. En aquella época ya nos estábamos haciendo un lugar entre nuestros competidores.
Al principio, recuerdo que la mayoría de las personas que nos visitaban en ferias en el extranjero, como Maison & Objet, cuando veían un producto GlammFire pensaban que era de origen italiano. En aquella época, todo lo que eran piezas de mobiliario con un diseño innovador se asociaba siempre a Italia. Los arquitectos y decoradores de interiores no creían en absoluto que nuestros productos fueran portugueses. Afortunadamente, hoy en día estas ideas han cambiado y Portugal también es reconocido por su calidad, ya sea en mano de obra cualificada o en el diseño de sus productos.
- ¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tuvo durante la creación de GlammFire?
La mayor dificultad fue, sin duda, desmitificar GlammFire como marca portuguesa. Como ya he mencionado, Portugal no se asociaba a productos de calidad. Sufríamos con ello, al igual que, por ejemplo, la industria portuguesa del calzado. Era un estigma muy enraizado y fue muy complicado superarlo.
Otra gran dificultad que tuvimos tuvo que ver con la decisión que tomé de construir la sede de la empresa en Monção. Estamos a 400Km de Lisboa y a más de 100km de la ciudad de Oporto, y esto nos creó algunas barreras, tanto de acceso a los proveedores como de proximidad con nuestro público objetivo. Sin embargo, con la evolución de las tecnologías, nuestros showrooms y nuestros revendedores conseguimos superar esas lagunas.
- ¿Qué importancia tiene para usted el Diseño?
En GlammFire siempre apostamos por la originalidad de nuestros productos. Esto es lo que siempre nos ha distinguido, desde la primera feria en la que participamos hasta hoy. Nunca pretendemos ser una marca más en el mercado, ¡queremos ser “la marca”!
- ¿Cuáles son las prioridades de GlammFire?
Una de las principales prioridades de GlammFire, en un futuro próximo, será estudiar aún más a fondo nuestros productos para poder presentar productos cada vez más ecológicos y que respeten todas las normas de Ecodiseño. Realmente tenemos un gran compromiso con el medio ambiente y queremos seguir asumiendo cada vez más este compromiso que tantas implicaciones tiene para el futuro de nuestras generaciones.
- ¿Cómo cree que será el futuro del mercado de las chimeneas?
Sin duda, el futuro del mercado de las chimeneas pasará por invertir en energías respetuosas con el medio ambiente. Cada vez aparecerán más chimeneas eléctricas y de bioetanol. Del mismo modo que hemos asistido a la transición de los combustibles en los coches, veremos cómo este cambio influye en el resto de equipos que utilizamos en nuestra vida diaria.
- ¿Dónde ve su empresa dentro de 10 años?
Con todo el trabajo que se ha desarrollado durante estos 13 años, creo firmemente que en el futuro, GlammFire será la marca número uno en el mercado de lujo para la fabricación y desarrollo de bioetanol y chimeneas eléctricas.
Para alcanzar este objetivo, una de nuestras apuestas de futuro es estar cada vez más cerca de nuestros consumidores. Hicimos una prueba piloto en Portugal con dos showrooms exclusivos GlammFire y ahora pretendemos recrear estos showrooms en varias capitales europeas.
Veo un futuro muy prometedor para la marca.
22.11.2021
