Durante los meses en los que no necesites la leña que te ha sobrado, debes buscar un lugar adecuado para guardarla. Incluso puedes optar por colocarla junto a tu chimenea para que te sirva de decoración en un mueble con un diseño personalizado, o puedes esconderla en otra habitación. Sea cual sea tu elección, debes tener en cuenta varios factores para que se mantenga en las mejores condiciones.
El primer factor a tener en cuenta es la humedad del espacio. La leña si está en un lugar húmedo acabará pudriéndose, y entonces no se podrá utilizar. Si es posible, lo ideal es que esté en un lugar seco, expuesto a algo de luz solar, con buena ventilación entre las distintas piezas. Si la parte superior está cerrada, los laterales deben estar abiertos, o viceversa.
Un error que cometen muchos es ponerla extendida en el suelo. La leña debe estar siempre sobre una plataforma, una cesta de mimbre o algún mueble que soporte mucho peso para no tener contacto con el suelo.
Como la seguridad siempre está en primer lugar, presta atención al tamaño de los montones de leña que haces, no debes exagerar para que no ocurra ningún accidente.
28.07.2022
